Conocí a un joven hace aproximadamente una semana, me dijo como se llamaba, pero ya no lo recuerdo, pues tengo muy mala memoria. Atiende el negocio de la esquina de mi casa, es simpático y siempre trata de meterme conversa, pero solo recibe "sis y nos".
Tiene cara de buena persona, pero no me inspira confianza, así es que trato de mantenerme al margen y solo ser una clienta más.
Había pensado en presentárselo a una amiga, pero es mayor, tiene 26 años y como dije anteriormente, no me inspira confianza.
Lo veo casi todos los días después de el colegio y ya no lo soporto, aunque cuando compartimos un cigarro me regala alkas para pasar el sabor y el olor de lo fumado.
Me cuenta de su vida, y su trabajo en el negocio, viene desde la florida a atenderlo. Me dijo que su amigo estaba enfermo y que por eso se encontraba solo por estos días. El local tiene poca mercadería, y tampoco tiene canela. Cuando supe que no tenía canela lo odié, así que fui al otro negocio, el de toda mi vida, y ahí si tenían, me di cuenta que no cambiaría jamas al local Santa Teresita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario