pero mi equilibrio no es el mejor y caigo.
Caigo, pero nada cuesta menos que pararme,
aunque las caídas sean feas.
Y aquí voy sola y sin sentido alguno.
Con frío y hambre no llegaré a ninguna parte.
Tengo nada. Sólo mis cuadernos, fieles compañeros,
y unos cigarrillos que compré hace algunos días.
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