Te esperé, hasta que mis ojos ya no pudieron más.
Te busqué, hasta que me resigné a no encontrarte.
Te soñé, hasta que mi inconsciente me dijo, deja de pensarlo.
Te llamé, hasta que mi voz se apagó.
Te besé entre lágrimas, hasta que mis labios se secaron.
Te amé sin saberlo, hasta que me dí cuenta de lo que hacía.

No hay comentarios: