Uno más uno.

Sí, estaba consiente de lo que hacía. Pero y qué?
Sólo me entregaba a las emociones que nacían de los dos,
a los besos furiosos de su ser.
Y no me importó nada más que él y yo quizás.
La verdad es que sólo me importaba él.
Él y sus besos, él y sus abrazos,
él y su sentir..

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